Emocionalmente estaremos en un punto crítico y por supuesto nuestra productividad se ve afectada.

Hemos perdido nuestro equilibrio, es posible que comencemos a sentir los síntomas en el cuerpo: Dolor de espalda, cuello y cabeza, problemas digestivos, sueño irregular… etc.

Este es un problema global que sufre un alto porcentaje de seres humanos y que afecta directamente a las organizaciones de las que son parte, generando el absentismo laboral, la baja productividad y errores comunes en toma de decisiones.

El estrés acumulado crea un entorno de baja motivación e insatisfacción en todos los niveles.

Grandes empresas y multinacionales en todo el mundo, han tomado consciencia que su principal capital son las personas que trabajan para ellas, se han dado cuenta que invertir en el bienestar de sus empleados es más efectivo y económico que asumir pagos para incapacitados, o consecuencias de alto costo como remediar o solucionar errores.

Una estrategia de éxito que se está implantando globalmente, es la de proporcionar los tiempos y espacios para que los miembros de la organización accedan a las herramientas milenarias del Yoga y la Meditación como método para aliviar el estrés, aumentar la concentración y calmar las emociones descontroladas como el mal humor, la ansiedad y la depresión.

Está demostrado que una práctica asidua de Yoga proporciona alegría y motivación, estimula en los grupos conductas que aumentan la autoestima y la aceptación lo que beneficia de manera directa las relaciones interpersonales.

A nivel físico, hay una acción benéfica integral, elimina el cansancio físico y mental. Entre muchos beneficios además elimina los malos hábitos de postura, curando problemas de columna y calmando los dolores crónicos de espalda y cuello.

El Yoga en general, induce a una vida descomplicada y sana, abre a la experiencia de hábitos saludables que mejoran la alimentación y que evitan tóxicos como el tabaco, el alcohol y otras drogas.