En idioma sánscrito, “ayu” significa “vida” en el sentido más amplio, mientras “veda” quiere decir “conocimiento”, siendo ese el significado de los antiguos Vedas, los textos milenarios indios que hablaban de la vida.
El Ayurveda es holístico porque engloba cuerpo, mente y espíritu. Toda enfermedad se origina por el desequilibrio en alguno de estos niveles, mientras la salud responde a un estado de equilibrio.
Una medicina que lleva practicándose desde los albores de la civilización no puede llamarse “alternativa”, sino nativa. De hecho, muchas medicinas ancestrales comparten métodos y filosofía con el ayurveda, desde la medicina celta, árabe (Unani), griega, hasta la tibetana y china actual. En este sentido, podría decirse que ayurveda es sinónimo de medicina tradicional, cualquiera que sea la región del mundo
Según el Ayurveda existen tres grandes biotipos humanos, en los que impera cada una de las tres doshas o humores vitales: vata, pitta y kapha. Cada uno de estos biotipos tendrá un tipo de alimentación y una medicina apropiada a sus características.
Mientras un médico occidental trata a todo el mundo por igual (maximizando los beneficios de las farmacéuticas), el médico ayurvédico hará un diagnóstico en función de la constitución particular del paciente.
Cuanto más conocemos nuestra naturaleza como espíritu, tenemos mayores facultades para actuar en armonía. Para muchos el proceso inicia con la meditación formal y termina cuando meditamos en cada acción de nuestras vidas. Cuando nuestras vidas se convierten en meditación, el ego se escapa, dejando al descubierto nuestra verdadera naturaleza. Ahora estamos listos para unirnos a la conciencia pura.
Texto: Guillermina Ceja
Taller de Ayurveda en Bogotá y Cali.
Noviembre 2016 más información: AQUÍ
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