Ninguna definición por muy exacta que sea, puede superar la experiencia directa, ella, en esencia tiene el poder de impulsar una sabiduría que permanece oculta hasta que es revelada y apropiada, en el instante en que nos abrimos a la experiencia directa.
Todos queremos serenidad y claridad mental, seguridad y fortaleza emocional, así como un cuerpo saludable y vital. Si tenemos deficiencia en alguno de estos aspectos, mental, emocional o físico, somos frágiles ante las situaciones que se nos presentan, una mente insegura y descontrolada crea inestabilidad emocional con un efecto directo en el cuerpo que tiende a debilitarse, enfermarse y eventualmente en caso extremo, fallecer.
En situaciones menos agudas, podemos resistir un abatimiento por años, ver cómo las oportunidades se cierran, soportando una infelicidad constante que subyace en toda situación y sin esperanzas, sentir lentamente la extinción de la vitalidad del cuerpo.
Después de haber probado todos los medicamentos, sin éxito en sus tratamientos, muchos pacientes han sido remitidos por sus médicos a tomar clases de yoga, he tenido muchos alumnos que llegaron como «pacientes» y que después de haberse curado físicamente, continuaron siendo fieles a su práctica de yoga.
Hoy podemos acceder a mucha información sobre las diversas técnicas del yoga, la mayoría asociándolo con el ejercicio físico. De hecho, la gran aceptación de esta disciplina en occidente, se deriva de las evidencias médicas, que encasillan al yoga como una terapia física, sin embargo he de puntualizar que en esencia, el yoga es una terapia mental que utiliza la energía emocional y el cuerpo físico como medio, para el logro de un estado de «pureza mental» que es lo que Patanjalí describió con precición en su tratado de los Yoga Sutra como: Yoga Chittavriti Nirodah o «Yoga es la cesación de los remolinos mentales».
Desde este punto de vista, si a través del yoga logramos pacificar los estados de actividad mental incontrolada, entonces las evidencias de mejoría en lo físico y emocional, solo reflejan de manera precisa un mejoramiento que ya ocurrió en el campo mental.
TRES EVIDENCIAS MÉDICAS
1. Un conocido estudio realizado por la División de Psiquiatría de la Universidad de Boston y publicado en 2010, demostró por primera vez que las posturas de yoga incrementan la producción del neurotransmisor GABA (ácido gama-aminobutyric), el cual tiene relación con la mejora del humor y la inhibición de la ansiedad, produciendo en la persona un sentimiento de tranquilidad y de bienestar por su efecto calmante de los impulsos nerviosos excitantes, una persona con suficientes niveles de GABA tendrá mejor poder de concentración.
Sin la cantidad suficiente de este neurotransmisor, la persona puede permanecer constantemente en estados de ansiedad y nerviosismo, con dolores de cabeza, depresión, irritabilidad, palpitaciones, etc. El GABA previene el insomnio y restablece el sueño reparador, sus propiedades calmantes también tienen un efecto benéfico en la presión sanguínea.
El GABA ayuda a rebajar el proceso de envejecimiento, ya que estimula la glándula pituitaria para producir la hormona del crecimiento, que con la edad, tiende a rebajar su producción, esta rebaja está directamente relacionada con el incremento de las arrugas de la piel y enfermedades degenerativas como la artritis.
Division of Psychiatry, Boston University School of Medicine, 85 East Newton Street, Boston, MA 02118, USA.
2. Un creciente número de estudios sugiere que el yoga puede mejorar los índices de riesgo en adultos con diabetes tipo 2 incluyendo la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, así como la reducción de niveles en presión sanguínea alta.
Es útil para reducir la medicación requerida y puede prevenir las complicaciones cardiovasculares de este grupo de personas.
Además, el yoga puede reducir el daño producido por la oxidación, mejora los niveles de coagulación y funciones pulmonares.
University of Virginia Institute on Aging and the National Center for Complementary and Alternative Medicine
3. El yoga es uno de los más ampliamente reconocidos complementos de la medicina alternativa por sus efectos positivos en salud psicológica y calidad de vida, para el tratamiento de pacientes con cáncer.
School and Graduate Institute of Physical Therapy, College of Medicine, National Taiwan University
Desde el punto de vista de occidente, y para la ciencia oficial, sólo existe aquello que es perceptible y comprobable físicamente, aunque en verdad, el mundo físico, es el reflejo de la inteligencia que está presente en todo. Siempre me gustó aquella frase de Saint Exupéry en El Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”… y en la experiencia del yoga este enunciado se aplica al detalle.
Muchas personas se sienten atraídas por el yoga, ya sea para curar un dolor de espalda, una gastritis o simplemente para mejorar la elasticidad del cuerpo. De lo que no son conscientes, es que a partir de una práctica asidua y una guía adecuada, el efecto es integral, pues no sólo se cura o mejora una parte de su cuerpo sino que en lo emocional y mental encuentran un bienestar que los fortalece de manera holística. Este efecto positivo, directo y perceptible es un canal que prepara al practicante para experiencias de mayor calidad a través de la Meditación, que lo llevará, indefectiblemente a lo que tradicionalmente desde hace miles de años se conoce como el estado de Samhadi o de realización, también conocido como la iluminación espiritual.
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